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miércoles, 29 de junio de 2016

Verdura encubierta: coliflor con bechamel

No todo va a ser cocina de fiesta, también hay que comer a diario.
Y cómo logramos que los niños, y los no tan niños, se coman un buen plato de verdura, pues disfrazándola, que parezca lo que no es. Hoy vamos con esa maravillosa verdura que es la coliflor.


Espero que hablar de las propiedades anticancerígenas de las verduras crucíferas como el brócoli, la col o la coliflor no sea caer en saco roto y que las incluyamos en nuestra dieta, sino una vez a la semana por lo menos una vez cada dos, pero que no os falten.


Un truco para evitar el olor de su cocción es añadir un chorro de leche durante la misma.

Y para ocultar nuestra humilde pero extraordinaria coliflor prepararemos una bechamel enriquecida con tomate (también llamada salsa aurora) y un toque dulce y exótico como son los dátiles, que junto con el queso gratinado hará las delicias de cualquier niño.

Ingredientes:

  • 1 coliflor mediana
  • 3/4 l. leche
  • 30 gr. mantequilla
  • 3 cucharadas de harina
  • 3 dátiles sin hueso
  • 1 cucharada de concentrado de tomate o 3 de salsa de tomate.
  • Jamón york
  • Queso rayado
  • Aceite, sal, pimienta, nuez moscada


Cocemos la coliflor troceada de forma más o menos homogénea para que se haga por igual, con agua, sal y un chorro de leche. Hasta que quede blanda, o un poco más dura si nos gusta la verdura más entera, escurrimos y reservamos.

Preparamos la bechamel derritiendo la mantequilla con un poco de aceite de oliva y tostando un poco la harina, 



Troceamos los dátiles, el toque dulce que nos aporta dejará a quién lo pruebe preguntándose qué era ese saborcillo tan rico.



Vamos añadiendo la leche de poco en poco y cociendo la bechamel hasta que quede densa pero no mucho (al enfriar espesa más), añadimos los dátiles, pimienta y nuez moscada.


Seguimos cocinándola y añadimos el tomate







En unos 15 minutos la tendremos preparada



Distribuimos la verdura en unos cuencos individuales y le añadimos unos dados de jamón york, cubrimos con la salsa















Añadimos queso rallado al gusto, pero que haya una buena capa de queso.

La introducimos en el horno a gratinar unos 5 minutos










Y a disfrutar de nuestra verdura, convenientemente encubierta


Sano y sabroso. ¡Que aproveche!
Gracias por seguirnos

P.D.: Otra foto de la receta unos días después, recién gratinada.



viernes, 24 de junio de 2016

Si no hay color no hay sabor: caldereta de cordero.



Comenzamos este blog de cocina con una cita de Gordon Ramsay: no colour, no flavour, en español, si no hay color no hay sabor. Por eso pongo la foto tostando estos huesos de dos piernas de cordero con las que he preparado una caldereta de cordero hoy día de San Juan. Empecemos con la receta.
  • 2 piernas de cordero deshuesadas y troceadas.
  • 12 +2 ajos
  • 2 ñoras
  • 1l. de cerveza
  • 20 almendras blanqueadas
  • 1 rebanada de pan
  • 1 ramillete de hierbas aromáticas 
  • 1 guindilla 
  • Pimienta en grano
  • Sal y aceite 
  • 4 patatas grandes



Doramos en un perol, o caldero, al fuego vivo de leña una docena de ajos pelados, unos granos de pimienta, una guindilla y una ñora.
Obviamente este es un guiso tradicional y el fuego de leña es imprescindible, y no, en cocina de gas o vitro no sale igual.
Retiramos y tostamos en el mismo aceite  los huesos de las dos piernas de cordero, que nuestra amiga Mari Angustias en Carnicería Romera, en el mercado municipal, nos ha deshuesado y troceado con una gran maestría y profesionalidad -además tienen un producto excelente con una buena relación calidad-precio-.


Con los huesos bien tostados, este paso dará un sabor increíble a la salsa, incorporamos la carne troceada y salada, limpia de grasa, además los ajos, pimientas, ñora y guindilla ya fritos, y doramos la carne.


Añadimos un puñado de hierbas, yo he elegido hoy romero, tomillo (seco y limonero) y salvia (la salvia y el cordero hacen una combinación única). Incorporamos un litro de cerveza. Tapamos y dejamos cocer ya a fuego moderado.


Una hora después, depende de la cantidad de carne, de la leña, etc. Es decir cuando la carne esté tierna sacamos los huesos (yo dejo los huesos pequeños para los que nos gustan). Hacemos un majado o picada triturando unas 20 almendras blanqueadas, dos ajos la rebanada de pan y otra ñora todo frito y lo añadimos al perol.


Guisamos todo unos diez minutos más. Reservamos.

Freímos unas patatas para acompañar. Sí, también en el fuego de leña. 


Y servimos con un buen pan al lado porque la salsa está de vicio.


¡A comer!

Esta es una receta de mi familia que nos preparaba mi padre y que hemos ido adaptando con el tiempo y tiene todo el sabor que le da el cariño en los fogones familiares.

Gracias por seguirnos, ya me comentaréis cómo os sale.