Esta receta me la dio mi amiga ZsuZsana de Hungría, por toda Europa se conoce como gulash pero su verdadero nombre es paprikás, algo así como "pimentonada", el gulash en Hungría es una sopa.
Se puede hacer con diversos tipos de carnes y de cortes, también la hacemos con falda de ternera o con cabezada de cerdo pero con costillas sale muy bien. El truco está en usar tocino o manteca y dejar que la carne cueza en su jugo, es algo calórica pero para el invierno va bien y además siempre podemos aligerarla si la preparamos con aceite de oliva.
Ingredientes:
- 300gr. de costilla de cerdo cortada
- 1 cebolla
- 1 vaso de vino
- 2 cucharadas de pimentón (o de pulpa de pimiento choricero)
- 1 tomate
- 1/2 vaso de yogur tipo griego o de kefir
- sal, pimienta
Repasamos la costilla, cortamos los trozos más grandes y quitamos el tocino.
Picamos este tocino, que es parte del corte de la panceta, y la sofreímos a fuego lento en una sartén para que se derrita. Si no lo queremos tan calórico podemos usar aceite de oliva como ya hemos indicado.
Picamos una cebolla en trozos pequeños y la doramos con la grasa del tocino
Nosotros dejamos los trozos del tocino pero se pueden sacar antes de echar la cebolla y la pochamos a fuego lento hasta que quede trasparente.
Sacamos y reservamos, en la misma cacerola doramos la carne ya salpimentada a fuego fuerte.
Cuando esté dorada añadimos la cebolla y el pimentón o la pulpa de choricero
Añadimos el vino y un tomate picado, rectificamos de sal y bajamos el fuego.
Dejamos cocer a fuego lento, eso que las abuelas llaman el chup-chup, unos 40 minutos hasta que la carne esté tierna, vigilando que el jugo cubra la carne, podemos añadir un poco de agua si se seca mucho.
Antes de servir le añadimos el yogur, lo suyo es nata agria pero es difícil de conseguir, lo más parecido es el kefir. Se puede mezclar o dejar por encima.
Para acompañar unas buenas patatas, o en este caso un poco de cuscús.
Espero que os guste, no dejéis de probarla.
Gracias por seguirnos.
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